Cristo de la Corona

Sin lugar a dudas, la novedad de este Viernes de Dolores, al salir por vez primera con cuerpo de nazarenos. Los alrededores de la Catedral se llenaron para contemplar el paso de casi medio centenar de hábitos de ruán morado.

Cofradía clásica, con ribetes de otras épocas —impresionan siempre los antifaces de considerable altura— que confirieron solemnidad al cortejo que precedía la extraordinaria imagen del Santísimo Cristo de la Corona.

Gradas de la Catedral
El paso por las gradas bajas de la Catedral es extraordinario, lo mismo que la llegada al Palacio Arzobispal. Pero donde ha ganado esta cofradía es por la zona del barrio de Santa Cruz, con la noche acompañando al Cristo y el silencio sólo roto por la capilla musical.