San Lorenzo se volvió a vestir de gala la pasada semana para celebrar uno de esos grandes cultos al que nos tiene acostumbrados.
Esta vez, y teniendo como protagonista a la hermandad del Dulce Nombre, es Jesús quien preside el presbiterio parroquial, que congregando en su nombre a la representación completa de un imborrable misterio, aparece sólo y austero en un altar que le sirve de cobijo en plena cuaresma.
Pasión en Sevilla se vuelve a adentrar en la más plena intimidad de un altar, que con el simple reflejo de los candeleros encendidos, propagan su resplandor sobre las paredes de un templo misterioso.
Como en reportajes anteriores, la luz se convierte en protagonista, dando una apariencia especial al conjunto, más si cabe a la propia imagen, dando estampas inéditas al cofrade de a pié.
En vísperas de la Semana Santa, los pasos procesionales van creciendo y tomando forma, pero sin olvidar un hecho principal; el culto a la sagrada imagen de Jesús y María, que esta web ha querido mostrar a lo largo de las semanas de una forma un tanto especial.
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