El refranero popular dice que “después de la tempestad llegó la calma”. Durante la semana pasada, la hermandad de la Resurrección provocó toda serie de titulares y comentarios en las páginas de la prensa y en los corrillos y conversaciones de la Sevilla cofrade.
Culto
Este fin de semana, de una manera más íntima la corporación ha mirado a su verdadero ser: la adoración a la Resurrección de Cristo. Con un altar sencillo, el Señor se encontraba en besapiés sobre una peana envuelta en un sudario con un cíngulo atado. Tras él, la Virgen de la Aurora en su altar de cultos, vestida de hebrea.
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